Las lattes fríos son una gran manera de usar el café que ha sobrado. Refrigérelo tan pronto como pueda y cuando regrese encontrará una bebida refrescante después de un día caliente o agotador.
Para hacer los café lattes fríos, prepare un café cargado, añada la leche, endulce al gusto y deje enfriar completamente. Vierta el café frío en un vaso lleno de hielo y sirva. Para hacer el café moca latte, añada a la leche 15 g de chocolate derretido.