Buñuelos, tan tradicionales en las navidades de unos como en los pasabocas de otros, pero en el corazón de todos. Los vemos en novenas a la Virgen María por todo el territorio colombiano, acompañados de las tradicionales hojaldras (página 31) y natilla (página 178). También los podemos comprar por todo el país en panaderías y mercados. Los mejores y originales son preparados con harina de maíz capio, que encontrará en mercados públicos del interior del país, y con maicena. Estos buñuelos son tan ricos que los podemos servir fríos. Al cocinarlos debemos hacerlo en una olla o caldero grande, o freírlos de a poquitos ya que éstos crecen al cocinarse y se deben poder dar la vuelta solos, para quedar bien cocidos.
Coloque el queso en un tazón y agregue la harina o maicena, azúcar y sal. Mezcle con un tenedor. Agregue el huevo y mezcle con las manos hasta que obtenga una masa suave.
Forme bolitas de 4 cm. con las palmas de sus manos sin hacer presión pues son delicadas y se desbaratarán si las trata de amasar muy fuerte. Imagine que está amasando bolitas de algodón.
En un caldero, caliente el aceite a 325?F. Para ver si está ya listo, agregue una bolita pequeña de masa. Esta masita debe flotar 30 segundos después de caer al fondo; si lo hace enseguida baje la temperatura. Coloque pocos buñuelos a la vez, baje el calor y cocine a 300?F durante 5 minutos. Tape y apague durante 5 minutos; crecerán casi mágicamente.
Prenda de nuevo, lleve a 350°F para terminar de cocinar los buñuelos unos 5 minutos más. Voltéelos si no lo hacen por si solos.
Retire del aceite y escurra los buñuelos en hojas de papel toalla. Sirva.