Caliente el agua en el microondas durante 30 segundos o hasta que se sienta caliente al tacto pero sin quemar (43 °C). Añada la levadura y la miel; cubra la mezcla y déjela reposar durante 10 minutos.

Ponga en el tazón del procesador de alimentos 31/2 tazas de harina, el azúcar, la cocoa y la sal y procese durante 5 segundos.

Disuelva el café en la leche, añada el huevo, el aceite y el extracto de vainilla en un tazón y bátalo todo. Vierta sobre la harina.

Vierta también sobre la harina la mezcla con levadura y bata durante 30 segundos.

Añada al procesador de alimentos la 1/2 taza de harina restante y procese durante 10 segundos más o hasta que se forme una masa que se separe de las paredes del tazón.

Pase la masa a un tazón engrasado y cúbralo con una toalla. Déjelo reposar durante 1 hora y 15 minutos o hasta que haya crecido al doble de su tamaño en un lugar cálido sin corrientes de aire.

Ponga la masa en una mesa y estírela con un rodillo o con sus manos hasta obtener un rectángulo de 30 cm por 20 cm. Mezcle la cucharadita de granos de café molido y el azúcar. Unte mantequilla con una brocha y salpique con la mezcla de café y azúcar. Enrolle la masa como si fuera un rollo de mermelada, póngala en una bandeja profunda. Cubra nuevamente y deje crecer por 1 hora más.

Hornee en un horno precalentado a 180 °C durante 45 minutos o hasta que dore.

Retire del horno, deje enfriar durante 10 minutos y corte en tajadas (aconsejo hacerlo con un cuchillo eléctrico)